¿Qué poner debajo de una piscina desmontable?

Tras haber comprado tu piscina hinchable, seguro que quieres empezar a darle uso y pasar allí los mejores momentos del verano. Pero antes de instalarla, es importante pensar qué poner debajo de la piscina desmontable para cuidarla y garantizar que no habrá ningún inconveniente más adelante.

Las piscinas desmontables pueden instalarse en superficies muy variadas. Entre las más comunes y recomendadas están las superficies de hormigón. Pero hay quienes optan por ponerla en el jardín, sobre el césped, o incluso sobre tierra. Existen ventajas y desventajas en cada una de las opciones. Y frente a todas ellas, es importante poner una capa entre el suelo y la piscina para proteger la lona, y el espacio en el que está instalada.

Esta capa se encargará de cuidar la piscina frente a pinchazos que puedan ocurrir por piedras en el suelo, o insectos en el césped o en la tierra. Además, este tipo de superficies pueden moverse o alterarse frente a lluvias y otras condiciones climáticas, haciendo que sea mucho menos estable nuestra piscina y que pueda dañarse.

Por otra parte, el contacto con piedras e irregularidades en el suelo resulta incómodo para los bañistas y afecta la experiencia y el disfrute. Tomando en consideración los diversos factores, es muy recomendable que, independientemente de la superficie sobre la que decidamos instalar nuestra piscina hinchable, agreguemos un protector de suelo.

¿Qué se debe tomar en consideración al escoger el protector del suelo?

Lo ideal es contar con un protector que sea transpirable, para evitar la aparición de moho o de hongos que se forman por la humedad.

También debe tratarse de una superficie sólida y, en la medida de lo posible, suave. Antes de seleccionarla, toma en consideración el espesor y la resistencia del material. Mientras más grueso y resistente, menos probabilidad hay de que permita el paso del césped u otros elementos que puedan dañar la piscina.

Oros factores que puedes tomar en consideración en el momento de realizar la elección es el precio y la facilidad con la que puede instalarse y desinstalarse.

Estas son algunas de las opciones de protector más comunes:

Tapices para suelo

Están pensados para proteger frente a piedras, ramas u otros objetos que puedan dañar nuestra piscina.

Al ser creados específicamente con este fin, algunas opciones que se encuentran están hechas de material transpirable para evitar la acumulación de agua. Si no estás seguro, puedes revisarlo en las especificaciones del producto.

Los más comunes están hechos de tela. Una buena solución a un precio más accesible. Se encuentran en diversos tamaños. Dependiendo de su espesor y de sus características, puede durar más o menos en el tiempo.

Protector de espuma para suelo

Una excelente opción, en especial cuando hay niños en casa. Es un material muy suave sobre el que se puede caminar sin calzado o incluso usar como espacio de juegos. Su instalación es sencilla, se arma como si se tratara de un puzzle, e impide que elementos externos puedan hacer daño al fondo de la piscina. Al no tratarse de un material transpirable, puede ser vulnerable frente a la aparición de moho y hongos.

Soluciones caseras

Hay personas que optan por recurrir a alfombras viejas o incluso a arena para usar como base de la piscina. Estas soluciones pueden tener un efecto contrario y generar más daño a largo plazo. En especial, si no se trata de una base sólida o estable, por lo que cambian con el tiempo o frente a factores como la lluvia.

En esos casos, se corre el riesgo de que la piscina pierda su forma, se derrame el agua, o incluso que se dañe el suelo, dejando marcas en el patio o césped que se mantendrán cuando decidamos vaciar y guardar nuestra piscina desmontable.

Contar con la protección adecuada nos permitirá extender la vida útil de nuestra piscina y proteger tanto el espacio en casa donde la tenemos ubicada, como la experiencia de los bañistas.